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Mostrando entradas de agosto, 2012
“…también navegó con el gran Hipólito Bouchard en 1817 acompañándolo en sus embajadas para que se reconozca a la República Argentina como tal. Una intensa amistad surgió entre estos dos admirables hombres que lograron el primer reconocimiento de la República en las islas Hawaii. Se sabe que Don Bouchard, más conocido como el corsario albiceleste , le dio abundante material para sus poemas. A.Lamberse plasmó en sus textos el espíritu aventurero de una época: “…sobre la madera curtida desplegando su velamen batiéndose en la bravura navega La Argentina… Extracto rescatado de la biografía “A.Lamberse: genio y figura” cuyo manuscrito se malogró con la inundación del Paraná de 1858. Documento cedido por la biznieta de A.Lamberse en línea directa materna, Doña Efraína López.
Uderzo, Goscinny y AlamBerse...

Edgar Allan Verse: El corazón del actor

Edgar Allan Verse (Paysandú, Uruguay, 19 de enero de 1922 -Londres, Argentina, 7 de octubre de 1979) fue un escritor, poeta, crítico, periodista y actor de nacionalidad uruguayo, aunque residió casi toda su vida en la República Argentina. Generalmente reconocido como uno de los maestros universales de la improvisación, del cual fue uno de los primeros practicantes. Considerado prácticamente el inventor del relato improvisado, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la ciencia-ficción. Por otra parte, fue el primer escritor sanducero de renombre que intentó hacer del arte su modus vivendi, lo que tuvo para él lamentables consecuencias. Fue bautizado como Edgar Verse en el departamento de Paysandú (República Oriental del Uruguay) y sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por un matrimonio adinerado, Francisca y Juan Allan, de quienes tomó el apellido, aunque nunca fue adoptado oficialmente. Pasó un curso académico en la Universidad de la República y poste
¿A.Lamberse podía mirarse en los espejos? Sus biógrafos se contradicen. Algunos aseguran haberlo visto ensimismado frente al retrato de Dorian Gay.

Serpiente sin cabeza

un soldado sin bandera un gladiador sin espada un torero sin capa un astronauta asfixiado un escritor analfabeto un historiador sin memoria un domador sin látigo un marinero sin brújula un boxeador sin guantes un fondo sin forma un narrador sin vos. (Sin firma, Paysandú, 1948)

MANIPULANDO (lo concreto) 01

Suya Nidia dio los últimos toques de aerógrafo a la varita de Mirinda. Cortó unas hilachas que salían del vestido y la hizo girar tomándola del bonete, muy despacio. La   recostó en su antebrazo y la observó de costado. Luego fijó sus ojos en el calendario Maya de la pared. Forzó su vista periférica para auscultarla, buscando una posible aura de ese maniqueo objeto. Las alas lilas propagaron en atmosféricas siluetas de bordes difusos, extendiéndose en borrones interminables, nubes en degradé que influenciaron el aire. Un smog benigno se expandió en el taller. Se emocionó inquietando su respiración. ¡Había encontrado otra! Se distrajo al creer   ver una sonrisa en la boquita pintada. Ingenua, cambió la mirada y   se concentró en   esos contornos carmesí. El rostro del hada recién terminada fue trazos de pintura sobre hule rosa recortado. Vio simple materia, tosca e inerte. Entidad inexistente. Sonrió. Y sintió suya esa criatura absurda, fruto de sus manos
Todo empieza. (10.788 ac) Absul esquivaba las ramas bajas avanzando agazapado, impulsado por su instinto más animal. Podía escuchar sordos murmullos en el silencio de la noche húmeda. Los insectos se convocaban con chillidos y vibrantes zumbidos, reptando, volando, trepando.   Entre el follaje verdinegro de espinosas enredaderas, en el claro que antecede al pie del peñasco, reconoció los machos de la horda, agrupados y agitados, rodeando la entrada de la Caverna de las Mieles, que se hundía en las entrañas del monte Bayo. No paraban de gruñirse, propinándose a cada momento golpes de puño y empujones en el pecho, para volver a dispersarse, husmeando el aire, permaneciendo atentos a la piel de guanaco que cubría la abertura en la roca. Desde las profundidades de la grieta emergían quejidos, intermitentes alaridos de goce o dolor aparentes, que los inquietaban aún más, arremolinándose, mostrando los dientes, pateando rocas y yuyos, impacientes. Se observaban a si mismos a la

Ahí va una

Antonio Lamberse (1922-1979) Poeta nacional uruguayo, autor de odas, églogas y triunfos. También reconocido centrojás de Peñarol. Desde su más tierna infancia se sintió inclinado por las letras. Por ello, también se lo conoció como "el itálico". Tanto su dominio del lenguaje como del balón provocaron innumerables dolores a propios y extraños. Antes de morir, ordenó quemar todas sus fotografías. Hizo lo que quiso. O lo que pudo.

Post-onettiano

Ahora vendrán las palabras a despertarme, a despabilarme el sentido, a decirme: levantate, andá, comé, dormí, soñá . Vendrán las imágenes, cotidianas, prosaicas: el patio rectangular, la calle de tierra, el baldío de la manzana de enfrente, el sol polvoriento, los días. Enseguida nomás vendrá la vida a consolarme, a convencerme, a repetirme que tranquilo, que la realidad es tanto o más terrible que el infierno ese del que acabo de salir. D.R.Reis, Alamberse Institute

Hermenéutica en Pantuflas

Bueno, muchachos, habrá que hacer un poco de hermenéutica, investigar o inventar el por qué del tono y del estilo de este Foyel Lamberse y "Encadenado al oso", firmado por Alan Verse. Más su discípulo, Ignacio. A ponerse las piletas y a contar la historia, chei! Reis 

“Pitu”

Apenas subimos a la ruta, comenzó el alboroto. Pitu había manoteado algunas golosinas del kiosco de la estación y mostraba su botín a los demás. El chofer y yo fuimos anoticiados por los de adelante. -Vamos a devolverlos, dijo el chofer, y dio la vuelta. El silencio duró hasta que llegamos a la estación de servicio. -Vamos Pitu, dije. Y bajamos los dos. Los muchachos del kiosco nos miraron con sorpresa. -¿Qué se olvidaron?, preguntó el de la caja. -Dale, dije, ¿a que vinimos? El loco estaba pegado a mí. -Vengo a dejar esto que me llevé sin pagar. Estiró la mano con un paquete de pastillas y un par de chicles. Ahora los del silencio eran los del kiosco. -Gracias, atinó a decir el cajero. -Perdón, dijo Pitu. -Disculpen, buenas tardes, agregué yo, y salimos. Caminamos abrazados hasta el micro, el resto del equipo miraba por las ventanillas. -muy bien, dije, estuviste muy bien. El loco subió a contar su hazaña a los demás. Ese año fue el capitán del equipo

Siempre me baño en el mismo lago

Podría hacer diez kilómetros de trenzas con el pelo que tuve hacer una fogata inmensa con las hojas que usé alimentar un pueblo con las comidas que hice. Todo se mueve lento y continuado, mirar el sol es sorprenderse porque ya llegó ahí ya está tan bajo casi está atardeciendo, mirar los hijos es ver todo lo nuevo que puede dar a luz un sólo  instante es sorprenderseFIDEICOMISO BPN SA CFI-4 porque ya están ahí ya están tan alto. El tiempo existe no puedo atestiguarlo paso a paso, pero existe en todas partes, todo el tiempo, menos acá en la playa al entrar a este lago. Los pies que entran al agua son los mismos que entraron hace treinta,  hace diez o cualquier año las piedras son las mismas no hace ni más ni menos frío, el aire está siempre así limpio el brillo, el clima no cambia, no se mueve, no se achica: siempre me baño en el mismo lago.                                                    Ceci (Hija segunda de