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Mostrando entradas de 2016

Las Biografías de Alamberse, 4: "Alan Verse", Por Facundo Bocanegra

La genialidad no tiene límites. Atrincherado en la imaginación, el polifacético aventurero Alan Verse dispara una vez más perdigones de luz a los biombos de la ignorancia: “Soy un carroñero del lenguaje” , vaticinó frente a lo que suponían una multitud, de no haber sido por su presencia en el último Congreso de la Lengua. “ Al despertar, sólo pienso en seguir durmiendo” : c on estas palabras inaugura su exposición titulada “Aquí me ando soñando” , donde pone de manifiesto la importancia de la somnolencia a la hora de abordar a creación artística. “He de confesar que muchas de mis obras más representativas fueron gestadas bajo el marco, de este, un estado de modorra” . Comprendemos entonces que sólo un genio pudo dar a luz complejas estructuras literarias con una pluma y una almohada. “ Persiguiendo a Jodorowski” , “El roto y el descosido” , “Hay merengue en Italia” son sólo algunos de los ejemplos que distinguen la burda haraganería del talento innato y un estilo propio y con

Las Biografías de Alamberse, 3: "Edgar Allan Verse: El Corazón del Actor", Por Diego Reis

Edgar Allan Verse fue un  escritor ,   poeta ,  crítico , periodista y actor, oriundo del partido de Vicente López, aunque residió la mitad de su vida en la ciudad de Villa La Angostura. Generalmente, su nombre es reconocido como el de uno de los maestros universales de la improvisación, del cual fue uno de los primeros practicantes. Considerado prácticamente el inventor del relato improvisado, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la  ciencia-ficción . Por otra parte, fue el primer escritor de Vicente López de cierto renombre que intentó hacer del arte su modus vivendi , lo que tuvo para él lamentables consecuencias. Fue bautizado como Edgar Verse en el Registro Civil del partido de Vicente López y sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por un matrimonio adinerado, Francisca y Juan Allan, de quienes tomó el apellido, aunque nunca fue adoptado oficialmente. Pasó un curso académico en la Universidad de Buenos Aires y posteriormente se probó, tambié

Las Biografías de Alamberse, 2: "A. Lamberse", Por Laura García Rodríguez

“…TAMBIÉN NAVEGÓ con el gran Hipólito Bouchard en 1817 acompañándolo en sus embajadas para que se reconozca a la República Argentina como tal. Una intensa amistad surgió entre estos dos admirables hombres que lograron el primer reconocimiento de la República en las islas Hawaii. Se sabe que Don Bouchard, más conocido como  el corsario albiceleste , le dio abundante material para sus poemas. A. Lamberse plasmó en sus textos el espíritu aventurero de una época: ‘…sobre la madera curtida desplegando su velamen batiéndose en la bravura navega La Argentina…’” (Extracto rescatado de la biografía “A. Lamberse: genio y figura” cuyo manuscrito se malogró con la inundación del Paraná de 1858. Documento cedido por la biznieta de A. Lamberse en línea directa materna, Doña Efraína López).

Las Biografías de Alamberse, 1: "Antonio Lamberse", Por Carlos Chávez

ANTONIO LAMBERSE (1922-1979). Poeta nacional uruguayo, autor de odas, églogas y triunfos. También reconocido centrojás de Peñarol. Desde su más tierna infancia se sintió inclinado por las letras. Por ello, también se lo conoció como "el itálico" . Tanto su dominio del lenguaje como del balón provocaron innumerables dolores a propios y extraños. Gracias a un documentalista alemán, de paso por Montevideo para estudiar los movimientos migratorios del tero, llegó a vislumbrarse parte de su destreza durante un partido que Peñarol disputó con Huracán Buceo, se cree que a mediados de los años treinta. Como decíamos, sólo se ve parte de su destreza, porque de acuerdo a testigos que aseguran conocer a alguien que la vio, la cinta es muy borrosa y avanza a demasiada velocidad o es muy lenta y por momentos no se puede identificar el deporte que se practica, lo cual es lógico tomando en cuenta la época en que fue tomada, en la que más bien se privilegiaba el espíritu de competencia

Cadáver Exquisito 3: Pájaro Caniggia (Por Diego Reis, María Viegas, Carlos Chávez, Cecilia Fresco y Melina Pariente)

AHORA, YO ME PREGUNTO: ¿PORQUÉ VIENE UN TIPO CUALQUIERA, lee un cuento que le gusta y se le ocurre hacer una película? Pero no hace una película honesta, inspirada directamente en el texto original. No, para nada, en absoluto. El tipo va y hace cualquier cosa, lejanamente parecida. Destruye el relato original, literalmente, lo hace pelota. Amparado en su libertad de interpretación (bien ganada) se ocupa puntualmente de que se vea la respectiva referencia, por ejemplo: “Basado en la novela 'El sonido y la furia', de William Faulkner” . Aunque en la película no haya sonido ni furia alguna. Yo digo ¿y si los escritores se propusieran hacer lo mismo, pero al revés? Entonces yo miro una peli que me gusta y después escribo un cuento lejanamente parecido. Eso sí, amparado en mi libertad de interpretación, debajo del título, hago la advertencia: “Inspirado en la película 'Duro de matar 4.0', de Len Wiseman” . Claro que sería inmediatamente repudiado y acosado de plagiar,

Cadáver Exquisito 2: La Mariposa y el Dragón (Por María Viegas, Facundo Bocanegra, Cecilia Fresco y Diego Reis)

Había una vez, en un país lejano, un gran castillo dorado. A su alrededor, como en casi todos los castillos de los cuentos, había un profundo foso de aguas turbias que desembocaban en un pequeño arroyo más allá de las laderas de un monte cercano. El monte era pedregoso, lleno de bonitos árboles azules aunque no tenía caminos, ni para aquí ni para allá. Nadie sabía qué había del otro lado del monte, y nadie era tan curioso como para averiguarlo. La gente del castillo estaba tan ocupada que no tenía tiempo de andar viendo qué otras cosas sucedían en el mundo, más allá de sus propios portones con rejas de oro. El dueño del castillo, que no era rey ni conde, pero era muy serio y con bigotes, estaba siempre escribiendo cosas difíciles en un gran cuaderno de hojas de plata. Su señora esposa, que no era reina ni condes, pero estaba todo el día probándose peinados y peinetas, tomaba largos tés en teteras de porcelana mirando a los ruiseñores que adornaban las jaulas de los jardines.

Cadáver Exquisito 1 (Por Bernabé Arrighi, Diego Reis, Laura García Rodríguez, Cecilia Fresco, Facundo Bocanegra, Melina Pariente y Carlos Chávez)

INERTES EN LA NOCHE, UN GRUPO DE ÁRBOLES rodeaba a dos hombres que, insistentes, limpiaban una zona en el claro del bosque. Recientemente había nevado y el suelo estaba cubierto por una gran capa de nieve de unos noventa centímetros. Sólo se escuchaba el roce de sus ropas y de sus palas clavándose en el inmaculado colchón. - Estévez, vamos a meterle pata, hermano - dijo Richard con impaciencia. - Es que está muy frío - contestó Estévez, casi inaudible. Richard clavó la pala en la nieve y lo observó fijo durante unos segundos. -Boludo, querés cagar toda la movida- escupió con violencia- Nos van a hacer cagar a los dos. Dale, boludo, dale- gritó, marcando las últimas sílabas, y tomó nuevamente la pala. Estévez, en ese momento, dio con la punta de la pala en el suelo. Recién ahora podían empezar a excavar realmente. Richard sacó un pequeño celular del bolsillo interno de la campera y miró la hora. Eran las 3 a.m. LA TIERRA ESTABA MÁS DURA DE LO QUE ESPERABAN. Cuarenta minut