El instructor de Educación Física Euclides Córdoba (mejor conocido como “El Profe” ), amigo, acreedor y probablemente el colaborador más conspicuo del genial Alan Verse, cultivó desde su más tierna adolescencia dos pasiones, aparentemente irreconciliables: el fútbol y la literatura. En los papeles, sus logros fueron moderados (para no decir flojos): antes que la unión de ambas pasiones, más bien logró la intromisión de una en la otra, y viceversa. Ya en sus años mozos, mientras cursaba el Profesorado de Educación Física en el “Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº 39” de Vicente López, había cultivado un género poético específico: el soneto. Desde el vamos, en el campo particular de la poesía, el soneto ya era una forma anticuada, en desuso, muchas veces menospreciada. Euclides (aún no era conocido por el apelativo “El Profe” ) no se arredró. Acometió la construcción de ágiles sonetos en los cuales describía (intentaba describir) su pasión por el fútbol de pala...