Era un fatigado día de otoño, — ¡dije “otoño” y no están llorando! de esos en que el viento corre sin pausa y se lleva las palabras al galope. Imágenes, protuberancias del lenguaje para anticipar paisaje y clima inciertos. Desde tempranito la multitud aclamaba el nombre de Allan, casi poeta (y casi todo) que había logrado conmover a las multitudes soltando sus textos en...